Eliza-Jane se niega a peinarse. El primero en instalarse en su cabeza será un pajarillo buscando nido. Más tarde, un montón de animales, incluido un tigre, se sumarán a la fiesta junglosa de su cabellera. Varios instrumentos.Â
El viaje musical continúa con el ngoni, un melifluo instrumento africano que viene a ser el tatatatatara-abuelo del banjo. En este cuento el ratoncito Malinky nos contará su viaje por el rÃo en busca de su gran amor.Â
El Sousáfono gigante, primo hermano de la tuba, acompaña el cuento de Eliza-Jane. Brrrrrr hace un frÃo tremendo y a la tozuda de Eliza-Jane no le da la gana abrigarse. No sé, no sé, tal vez esto os suene de algo… Pero resulta que la pobrecita al entrar en contacto con la nieve se convierte en hielo y cada cosa que toca se congela también. Veremos a ver si los animales del Polo Norte y la abuela de Eliza Jane-consiguen salvarla de este singular maleficio.Â
El violonchelo acompañará el cuento de un ratoncito tan sumamente triste que sus lagrimas empiezan a desbocarse, llenando las calles de agua. ¿Quién encontrará el remedio para consolar la tristeza del ratoncito Mateo y salvar a su pueblo de la inundación? Â
Los padres de las ratoncitas no entienden por qué sus hijitas se pasan el dÃa con tantas ganas de dormir. El búho real será el único capaz de descubrir el secreto del bosque de música dorado y plateado y de propiciar el reencuentro de las ratoncitas dormilonas con sus preocupados padres. La trompeta, el saxo y la flauta travesera nos acompañarán en este cuento.Â
Este cuento describe las andanzas de un ratoncito empeñado en tocar el acordeón. Para ello tendrá que recorrer el mundo entero en busca de las piececitas que alguien le ha robado al acordeón de su hermana.Â
La cabezona de Eliza Jane ataca de nuevo. Esta vez empeñada en ser la más alta del mundo. ¿Qué ocurrirÃa si se pusiera a crecer, crecer y crecer? El saxofón barÃtono supergrandullón nos acompañará en este cuento.Â
En esta narración la ratoncita chiflada nos cuenta su vida y cómo ideó una divertida guitarra eléctrica de marca casera, nacida del flechazo entre una guitarra y una lata de aceite de oliva. Lo que pasa es que llevada por su entusiasmo a veces se mete en grande lÃos. La sierra y otros instrumentos de reciclaje nos acompañarán en el cuento.
Viajamos a Australia para escuchar el didgeridoo. Las animales del bush australiano compiten por la medalla al más ruidoso. ¿Quién la conseguirá? ¿Será la rana, el cocodrilo, el dingo, la cacatúa o la termita?Â
Con la ayuda de la flauta travesera la ratoncita Molly encuentra una cuerda encantada que la sube directa al cielo. Pero ¡Ay, la luna! A ella no le gusta nada cuando las ratoncitos empiezan a roerse a bocados parte de su redondez.Â
Un cuento sobre cómo el trombón ayudará a Papá Ratanoel a entregar a los ratoncitos sus regalos de Navidad.Â
El ratoncito quiere aprender a tocar el banjo, pero necesita un trocito de piel de cabra para completar su instrumento. Un dÃa la cabra se descuida su abrigo para ir a pegarse un chapuzón en el rÃo y entonces se monta un lÃo monumental. Persecución de coches, cabras bailarinas,… Todo puede ocurrir en este cuento atolondrado y banjotástico, que acompañaremos con un banjo, cómo no.